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Viernes, 23 de Julio de 2004 13:27

Corduba 04. La oficina del Defensor del Pueblo Andaluz está elaborando el primer estudio completo sobre el fenómeno de la inmigración en Andalucía

G.C. - R.A.
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La oficina del Defensor del Pueblo Andaluz está elaborando informes específicos en las ocho provincias andaluzas para conocer de una manera completa y científica la realidad del fenómeno migratorio en el conjunto del territorio andaluz. Se trata, según ha afirmado hoy el adjunto al Defensor del Pueblo Andaluz, Sebastián de la Obra, del primer estudio de estas características realizado en la comunidad autónoma para conseguir "un retrato de quiénes son, cómo están, demostrar la diversidad de esta población, conocer como aplican las administraciones públicas su recursos en esta materias y saber a través de una encuesta bien tabulada la imagen que tienen los andaluzas de la población inmigrante".

De la Obra, que ha participado hoy en la última jornada del curso de verano "Inmigración y Diversidad: los retos de una sociedad multicultural", ha sido muy crítico con el tratamiento que el fenómeno migratorio ha recibido en los últimos años, calificado como "problema y elevado a la categoría de conflicto". Unos estereotipos que en muchos casos han generado el rechazo social y de los que ha responsabilizado en gran medida a los medios de comunicación.

El Adjunto al Defensor del Pueblo Andaluz ha llamado la atención sobre el hecho de que en los últimos tiempos se están incrementando las llamadas a su ofcina desde diversos países de origen, quejándose de la atención recibida en consulados y embajadas españolas. "Existe -ha señalado de la Obra- la imagen de que la principal fuente de conflictos eran las políticas de control fronterizo, pero hay espacios vinculados al Ministerio de Asuntos Exteriores que hacen daño también y que permanecen ocultos a la crítica social".

Sebastián de la Obra ha clasificado en tres las formas en las que la población inmigrante dirige sus quejas a su oficina. Con rabia, ante el entramado administrativo encargado del control de los permisos de entrada y de trabajo, con resignación, ante lo que consideran una situación sin salida, y con miedo, quienes viven situaciones de explotación. "Esa mirada del miedo -dice de la Obra- es la pero de todas, porque se ha generado la sensación de que se protestan pueden perder lo único que tienen, su permiso de residencia".

El adjunto al Defensor, remontándose a los antecedentes históricos de la Inquisición y la expulsión de moros y judíos, ha señalado que la historia de este país es una historia de "expulsión constante, hemos construido una identidad de lo español sobre la religión y centrado el concepto de extranjería no sólo sobre lo extranjero sino sobre nuestra propia población". De la Obra ha rechazado mitos como el de la novedad, el de la competencia laboral o el de la diferencia cultural. "Existe -ha asegurado- una construcción xenófoba de que una característica cultural o religiosa impide la integración, olvidando en el siglo XX que la historia de España es una historia de mestizaje y que nosotros mismos formamos parte de esa diversidad".