Jueves, 11 de Diciembre de 2008 19:47

Acto de investidura de Manuel Losada Villasante como Doctor Honoris Causa por la Universidad de Córdoba

G.C. - C.M.
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El profesor Manuel Losada Villasante ha sido investido esta tarde doctor honoris causa de la Universidad de Córdoba en el transcurso de una solemne ceremonia que ha tenido como marco el salón de actos Juan XXIIII del campus universitario de Rabanales. En su discurso de ingreso Losada Villasante
combinó ciencia , literatura, vivencias personales y su propias reflexiones y planteamientos intelectuales de un modo ameno y emotivo que finalizó con lo que, utilizando sus propias palabras, quiso que fuera " el reconfortante y esperanzador epilogo" de un científico sobre el ser humano, el alma, la vida y la muerte.

El acto se inició con la investidura de 26 nuevos doctores para proseguir con la lectura del nombramiento de doctor honoris causa del profesor Losada Villasante por parte de la secretaria general de la Universidad, Maria Jose Polo, y la intervención del padrino del doctorando y catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la UCO, Francisco Castillo Rodríguez.

Laudatio

En su laudatio el profesor Castillo, calificó a Manuel Losada como "uno de los miembros más brillantes de la que podría llamarse primera generación de científicos españoles después de Ochoa", recordando su paso por la Universidad de Berkeley y la influencia que sobre él ejercieron científicos como Daniel Israel Arnon, asi como los importantes estudios en que participó y que contribuyeron decisivamente al esclarecimiento de los procesos energéticos de la fotosíntesis, como el célebre esquema en z, la asimilación del dióxido del carbono por cloroplastos aislados o el metabolismo del hidrógeno en bacterias fotosintéticas. Todas estas experencias proporcionaron al entonces joven Losada la clarividencia para alumbrar un paradigma científico acerca de lo que denominó fotosíntesis del nitrógeno nítrico, consistente en la extensión del proceso fotosintético, entonces ligado exclusivamente al carbono, a otros bioelementos no menos importantes para la vida como el nitrógeno y el azufre.

Castillo, alumno del profesor Losada, recordó su hábito de dialogar con los alumnos, su manera de afianzar los conceptos, el hecho de hacerse acompañar en sus clases por los becarios de investigación para introducirlos en la carrera docente, su sólida formación humanística y la manera en que inculcaba en el investigador en ciernes la importancia de la difusión adecuada de los resultados, de conocer y saber expresarse en lengua inglesa y de llevar a cabo estancias postdoctorales en el extranjero.

Uno de los resultados mas fecundos de toda esta actividad fue la dispersión de muchos de sus colaboradores y discípulos por otros centros universitarios y de investigación.Entre ellos la joven universidad cordobesa a la que, entre 1981 y 1986, se trasladaron varios profesores y becarios procedentes de Sevilla que han proseguido su labor hasta hoy, haciendo del campus cordobés uno de los más activos de España en este ámbito. Por último aludió al doctorando como un pionero en el campo de la bioconversión de la energía solar en energías renovables como alternativa a los combustibles fósiles, destacando entre los muchos galardones recibidos, el de Hijo Predilecto de Andalucía en 1993, el premio Príncipe de Asturias en 1995 y la medalla de oro de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular en 1998, a los que añadió, como su obra más preciada, el Instituto de Bioquímica Vegetal y Fotosíntesis de Sevilla.

Discurso de ingreso

Tras ser investido con los atributos del grado de doctor, Manuel Losada trazó un itinerario vital, histórico y literario entre Córdoba y Sevilla en compañía del arcángel San Rafael, rindiendo homenaje a sus maestros, recordando distintas fases de sus trabajos científicos y la contribucíón de los judíos a la Ciencia asi como la convivencia armónica que se dió en Córdoba entre las tres religiones monoteistas. En este sentido Losada , aprovechando que ayer se cumplia el 60 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, abogó por la paz, la solidaridad y la concordia entre los pueblos.

Para el profesor sevillano " los hombres somos seres racionales y cordiales que queremos saber, debemos saber, necesitamos saber; y los científicos tenemos, por principio que buscar la verdad y rechazar la falsedad, que aspirar a conocer a fondo la realidad de las cosas , de la vida y del hombre. Es más, para ser un buen científico hay que dudar de todo lo que no se sabe con certeza científica, no pudiéndose aceptar como verdad positiva nada que no se apoye en la verdad rotunda e incuestionable de los hechos (...) no rechazar la evidencia ni mirar para otro lado". En este sentido añadió " hay que tener fe, pero solo se puede creer lo que es verdad. Es pues claramente un sinsentido, o más aún, un contrasentido, tener fe o creer algo que no es verdad,o va contra la razón o carece de pruebas históricas fiables.La fe sólidamente fundada en las sabias, exactas, hermosas e incuestionables leyes de la Naturaleza - ya descubiertas o por descubrir- asi como en la ley moral inscrita en nuestra conciencia, debe afrontar con valentía y las pertinentes reservas los temas difíciles y es necesaria e indiscutible."

Posteriormente el nuevo doctor refirió algunas anécdotas familiares, con particular referencia a su hermano Alberto, catedrático y ex rector de la Universidad de Córdoba, presente en el acto, para dedicar la parte final de su intervención a agradecer a compañeros y discipulos toda su amistad y apoyo. " Yo he tenido -dijo- la dicha de vivir la vida y la ciencia con entusiasmo y de haber sabido contagiar ese entusiasmo a varias generaciones de jóvenes. He tenido también muchos y muy buenos colaboradores y discípulos; pero como grupo potente, noble y de empuje, ninguno como el que integran, junto a los sevillanos, los bioquímicos y biólogos moleculares de la Universidad de Córdoba".l

Losada cerró sus palabras estimando que la existencia de un ente supremo omnisciente " no ofrece en principio, duda" , añadiendo que la inmortalidad del alma " si es, en cambio, un abierto interrogante, del que la mente, lógicamente recela" y estimando que" el triunfo final del hombre llegará cuando el bien, la verdad y la belleza venzan definitivamente al mal, la falsedad y la fealdad, cuando se logre el bienestar moral y social de toda la Humanidad. Ese día el hombre habrá encontrado al Ser Supremo: la Luz que ilumina, anima, embellece y glorifica el Universo, la Suma Verdad y la Suma Bondad".

Palabras del Rector

El acto finalizó con la intervención del rector Jose Manuel Roldán Nogueras quien también se refiriró a su experiencia personal como alumno de Manuel Losada, Utilizando palabras de otro insigne doctor honoris causa de la Universidad de Córdoba, Severo Ochoa,Roldán subrayó c´mo el placer de investigar radica en la pasión que uno siente por el conocimiento, pero que esa actitud " de nada sirve si no se siente también el deseo de transmitirlo, de hacer partícipes a los demás de nuestros hallazgos y de ponerlos a su disposición para que sigan incrementando el patrimonio del saber humano".

El rector recordó la solidez científica que permitió a la Universidad de Córdoba ser una de las tres primeras de España en incorporar la por entonces nueva titulación de Bioquímica, poniendo de relieve el esfuerzo que en los actuales momentos lleva a cabo la Universidad española para conseguir un cambio sustancial en el ámbito de la Educación Superior. En esta línea calificó la implantación del Espacio Europeo como " una oportunidad única que no debemos desaprovechar", de la misma manera que, en su día, de modo tan fructífero, abrieron caminos personas como Manuel Losada Villasante.

Tras felicitar a los nuevos doctores de la Universidad de Córdoba, se refirió al honor y la responsabilidad que supone entrar a formar parte del Claustro de doctores de una Universidad como la de Córdobreis responder, doctor Losada, con la grandeza y sencillez que son patrimonio de los hombres sabios ", concluyó Roldán.

El acto estuvo ilustrado musicalmente por el coro UCO-Preshco y, una vez finalizado, los asistentes fueron invitados a una copa de vino andaluz.

Para acceder al texto completo de las intervenciones pulse en los siguientes enlaces:



Laudatio, por el profesor Castillo Rodríguez

Discurso del rector, José Manuel Roldán Nogueras


Discurso del prof. Manuel Losada Villasante