El desprestigio de la política en democracia conduce a la desafección social hacia la democracia misma y, más exactamente, al desencanto y la desconfianza hacia un determinado régimen constitucional y sus principales instituciones (el Parlamento, el Gobierno, los partidos políticos, el Tribunal Constitucional, el Consejo General del Poder Judicial…).

La palabra democracia proviene del griego, démos (pueblo) y kratos (poder). Es decir, la democracia, etimológicamente hablando, se traduciría como el poder o gobierno del pueblo

La semana pasada leía algunos periódicos, en sus artículos de opinión y otros comentarios, que incidían en la negación del golpe de estado contra el gobierno constitucional y legítimo de la República en 1936. Todavía algunos hablaban de “perdedores” y negaban la mayor. Había resentimiento de quienes al parecer se consideraban del bando de los “ganadores”.

La obra, editada por Aranzadi y publicada también en formato electrónico, completa el catálogo de Thomson-Reuters, compuesto por títulos relacionados con materias jurídicas y contables.