Un grupo de investigación de la Universidad de Córdoba (UCO) ha empleado por primera vez distintas técnicas de análisis químicos para determinar el estado de corrosión de un caldero de bronce del poblado ibero del Cerro de la Cruz, en Almedinilla (Córdoba). Tras estudiar varios fragmentos mediante varias técnicas instrumentales, se concluye que el tipo de corrosión sufrida por el objeto resulta compatible con la hipótesis arqueológica de que el asentamiento fue devastado en las guerras lusitanas del siglo II a.C.

El equipo de investigación del Departamento de Química Orgánica de la UCO que ha liderado el trabajo ha empleado diferentes técnicas instrumentales, basadas en la absorción o emisión de radiación electromagnética por un cuerpo, para caracterizar el estado de corrosión en el que se encuentran los fragmentos de este caldero de bronce. El bronce es una aleación metálica formada por cobre y estaño usada desde la Antigüedad. En entornos ‘agresivos’ como tumbas o enterramientos, el bronce sufre una corrosión característica que se puede analizar mediante estas técnicas experimentales.

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