Page 11 - Enriquecimiento ambiental en refugios y albergues para gatos (Felis silvestris catus)

2020
Vol. 2
Una herramienta ampliamente utilizada para la medición del estrés en gatos es la escala ordinal Cat-Stress-Score, desarrollada por Kessler y Turner en 1997, basada en la posición corporal del gato (Kessler y Turner, 1997, 1999b; Ottoway y Hawkins, 2003 McCobb et al., 2005; Dybdall et al., 2007; Kry y Casey, 2007; Gooding et al., 2012; Tanaka et al., 2012; Broadley et al., 2013; Moore y Bain, 2013; Rehnberg et al., 2015).
En un refugio animal pueden convivir multitud de especies, las cuales pueden tener diversos orígenes, y todas ellas pasan por un minucioso control veterinario a su entrada. Es frecuente que los gatos de nueva entrada atraviesen exámenes clínicos y se mantengan un período de tiempo en cuarentena aislados, en un emplazamiento totalmente nuevo y distinto a lo que conocen. Tras este período suelen ir a jaulas comunales, ya que este método puede funcionar en gatos si hay recursos suficientes para todos (Macdonald, Yamaguchi, y Kerby, 2000) donde atraviesan un período de adaptación, en el cual se tiene que reestablecer la jerarquía grupal. Todo este proceso supone un acúmulo de estrés para animales que son por lo general neofóbicos, que buscan de entornos predecibles o que pueden incluso no estar acostumbrados al contacto humano (Stella, Croney y Buffington, 2012).
Ya sea con sus congéneres o con humanos, los gatos que acumulan niveles excesivos de estrés pueden tornarse de pacíficos y amistosos a agresivos y asustadizos, como muestra de desconfianza hacia el nuevo entorno (Broom, 1991; Morgan y Tromborg, 2007). Asimismo, el confinamiento estrecho con multitud de congéneres nuevos puede llevar a desarrollar signos clínicos y fisiológicos de enfermedad (Finka, Ellis y Stavisky, 2014). Por ejemplo, se ha comprobado que el estrés en gatos aumenta enormemente el riesgo de padecer enfermedades infecciosas, por la inmunosupresión que produce (Möstl et al., 2013), ya que se ha demostrado que esta situación propicia una bajada de la IgA, el más abundante anticuerpo de las mucosas y necesario como primera defensa ante patógenos inhalados o ingeridos (Gourkow y Phillips, 2016).
Otro factor altamente relacionado con la incidencia de problemas de salud asociados al estrés, como la cistitis intersticial felina, es la presencia y la escucha constante de perros (McCobb, Patronek, Marder, Dinnage, y Stone, 2005), el principal habitante en los refugios animales.
Enriquecimiento ambiental en refugios y albergues para gatos (Felis silvestris catus)
Cristina Esteban Toscano David J. Menor Campos
Toda esta casuística a la que se enfrentan los gatos de refugio puede producir